Y para empezar, propongo la iniciación de un diálogo abierto en relación con las competencias que puede alcanzar el educador con respecto al tema 8. Expliquemos nuestra elección sin entrar a detallar las propias competencias.
Yo he elegido tres competencias bastante genéricas: negociación, influencia y efectividad.
Negociación porque creo que el Educador Social se enfrenta a muchas situaciones en las que hay pequeños conflictos de intereses y que le será muy útil el saber negociar, por ejemplo, en problemas con sus compañeros (otros educadores sociales, trabajadores sociales), con los destinatarios de las intervenciones, etc.
Negociación porque creo que el Educador Social se enfrenta a muchas situaciones en las que hay pequeños conflictos de intereses y que le será muy útil el saber negociar, por ejemplo, en problemas con sus compañeros (otros educadores sociales, trabajadores sociales), con los destinatarios de las intervenciones, etc.
Influencia porque creo que en el ejercicio de nuestra profesión es fundamental canalizar nuestra energía para influir del modo más adecuado. Destaco las modalidades de captación y conciliación porque creo que son las que más frutos nos pueden dar.
Efectividad porque desgraciadamente se nos exigirá seguramente atender a más trabajo del que podamos en principio abarcar y será esencial establecer prioridades y no perder de vista la distinción entre lo importante y lo urgente. Habrá que planificarse bien y también habrá que desarrollar en lo posible todo lo que haga contribuir a la efectividad (sinergia, desarrollo de iniciativa y proactividad, por ejemplo).
Efectividad porque desgraciadamente se nos exigirá seguramente atender a más trabajo del que podamos en principio abarcar y será esencial establecer prioridades y no perder de vista la distinción entre lo importante y lo urgente. Habrá que planificarse bien y también habrá que desarrollar en lo posible todo lo que haga contribuir a la efectividad (sinergia, desarrollo de iniciativa y proactividad, por ejemplo).